¡Stop al dolor!

● Si debes estar de pie (por ejemplo, tras un mostrador), es conveniente mantener un pie en alto y apoyado sobre un escalón o un reposapiés, alternando la postura de vez en cuando.
● Si tu trabajo lo permite, es mejor caminar que permanecer quieta, ya que la columna vertebral sufre más al estar parados que al andar.
● Si, además de estar de pie, debes realizar tu actividad con los brazos (por ejemplo, si trabajas en una caja registradora), la mejor opción para proteger la espalda es buscar una altura adecuada que evite estar constantemente agachada o con la columna encorvada.
● El calzado es esencial para prevenir problemas: no escojas ni un tacón alto ni un zapato completamente plano; lo adecuado es que el tacón tenga entre 1,5 a 3 cm de altura.


● Para evitar el dolor de espalda, hay que controlar la altura y la posición del respaldo, así como la altura del escritorio (que no esté demasiado bajo o con la superficie inclinada).
● Si notas que te tiran los músculos del cuello y los hombros, puede que tu mesa de trabajo esté demasiado elevada. Controla su altura.
● Resulta útil usar un atril para los documentos que tenemos que consultar: así no tendremos que estar girando la cabeza.
● Es recomendable, cada dos horas, hacer algo tan sencillo como asentir y negar con la cabeza 10 veces; así damos movilidad a las carillas articulares. Nuestra mirada debe dirigirse a la mitad de la pantalla, y nuestros brazos no deben estar elevados porque entonces estamos tirando del músculo supraespinoso.
● Debemos apoyar los pies en una cuña. Para que el reposapiés sea útil, debe tener una inclinación de entre cinco y 15 grados


● Empecemos por la pantalla: debe tener buen contraste, no parpadear y, por supuesto, estar limpia (la suciedad disminuye el contraste).
● La luz de la habitación debe ser homogénea, y hemos de colocar el monitor de manera que no haya reflejos.
● Hay que hacer descansos para relajar los músculos que rodean el ojo: para ello fija la vista en un objeto distante unos segundos.
● Es fundamental que nos acordemos de parpadear. Para conseguirlo, existen unos programas gratuitos (Workrave, EyeDefender, EyeShield) que nos interrumpen cada cierto tiempo el trabajo para recordarnos que debemos descansar. Hazte con ellos.

Cuando el daño ya está hecho
“Si las contracturas se repiten, hay que utilizar nuevas tecnologías para vascularizar los músculos”, explica la doctora Freitag.
● Tendinopatías crónicas: la novedad es emplear ondas de choque focalizadas y de alta energía sobre la zona lesionada.
● Síndromes miofasciales: en este caso, las ondas de choque radiales son las más adecuadas porque son superficiales.
● Tendinitis con roturas parciales: se pueden usar factores de crecimiento con plasma rico en plaquetas.
● Síndrome del túnel carpiano: si la lesión no está muy avanzada, una infiltración de corticoides en la envoltura del nervio mediano, dirigida por ecografía, tiene el mismo buen resultado que la cirugía.




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